Huế
He tardado un mes y medio en escribir estas lineas y es un esfuerzo empezar a hablar de lo que para mi representa el sur de Vietnam. Después de haber estado dos meses en el norte, las expectativas del sur eran muy altas, ya he repetido en otras entradas que la gente y el país me encantaron y que no entendía porque mucha gente criticaba a los habitantes de este lugar. Ahora después de visitar el sur de Vietnam, puedo entender alguno de los comentarios de los viajeros que me aconsejaban e informaban sobre la naturaleza y costumbres de la gente de aquí, ya que si me ha costado tanto escribir es por que disfruté mucho en el norte y casi nada en el sur, de hecho hubo momentos muy incómodos, hasta el punto de tener que llegar a pelearme físicamente para recuperar mi pasaporte, pero eso ya lo explicare en su momento.
Después de visitar el sur de Laos, admirar su naturaleza y disfrutar de la tranquilidad que ofrece el país, volví otra vez a Vietnam, más concretamente a Huế, antigua ciudad imperial, donde estuve una semana, la ciudad en si, nada especial, pero hay la posibilidad de visitar un gran numero de templos, hacer una vuelta por el río del perfume o entrar al palacio Gia Long, este último es el atractivo principal de la ciudad y patrimonio de la humanidad, es un palacio enorme, pero una parte importante de este esta en reformas o para ser restaurado, aun así vale la pena entrar para hacerse una idea de como debió ser.
En Huế empecé a notar que la gente de los restaurantes y transportes privados, empezaban a ser un poco más pesados que en el resto del país y que entre los extranjeros predominaban los turistas sobre los viajeros, pero de toda manera fue una semana bastante agradable, conocí unos chicos que querían practicar el ingles y al día siguiente uno de ellos me hizo de guia por alguno de los templos más próximos, disfrute de los mercados de la ciudad y alquile una bicicleta para recorrer el margen del río, donde también pude disfrutar del ambiente local.
Desde Huế me fui a Hội An, otra ciudad con un centro histórico patrimonio de la humanidad, Hội An tiene un núcleo antiguo alrededor del que antes fuera el puerto más importante del sureste asiático, convirtiéndola, al menos para mi, en una ciudad bonita, la única que me he encontrado en Vietnam. Al ser una ciudad interesante, atrae un numero importante de viajeros y si bien hay bastantes mochileros, el numero de turistas lo supera de largo, cosa que convierte la ciudad en un negocio y a los extranjeros en simples compradores a los ojos de los locales.
Como he dicho al principio, tuve que llegar a las manos para recuperar mi pasaporte y eso sucedió justo aquí, así que ha llegado la hora de explicar el motivo de todo lo que paso.
En esta ciudad, como en el resto de sitios en Vietnam, cuando entras en una Guest House, Hostal o Hotel, lo primero que te piden es el pasaporte, hasta aquí normal, pero ellos se lo quedan hasta el último día, y cuando pagas la habitación te lo devuelven. Pues como otras veces, deje mi pasaporte en la recepción del Hotel en el que decidí quedarme.
El problema llego cuando los trabajadores del Hotel, un día antes de que me fuera, me robaron casi todo el dinero que llevaba en efectivo, más de 2000$, en un principio, no sospeche de ellos, pensaba que había podido ser cualquiera de los otros inquilinos, pero como he dicho, fue casi todo, pero no todo el dinero, de hecho me dejaron casi todos los Dongs y de los Euros y Dolares que llevaba me quitaron los billetes grandes y dejaron los pequeños. Todos mis vecinos eran occidentales, y un occidental cuando roba no te deja ni un céntimo.
El Hotel tenía cámaras de seguridad y una de ellas enfocaba mi puerta, así que fui a pedir que me enseñaran las imágenes del momento que yo suponía que habían entrado en mi habitación, pero primero con escusas de que tenían problemas técnicos y después que las imágenes se habían perdido, no me mostraron el momento. Mientras esperaba las imágenes, cosa que duro unas 6 ó 7 horas, aparecieron dos chicas inglesas que, como a mí, les habían quitado el dinero de su habitación, y que habían visto por internet que no era la primera vez que pasaba, así que consulte por internet y encontré más de 30 denuncias y todas apuntaban a los trabajadores del Hotel. Decidimos con las chicas ir a la policía a denunciar, y hacer la denuncia si que la hicimos, pero fue un cachondeo, la policía en ningún momento tuvo el mínimo interés en solucionar nada, cosa que me hace sospechar, que seguramente alguna comisión les deben de pasar, ya que aquí lo de pagar bajo mano a la policía es lo más normal e incluso se puede ver facilmente cuando viajas en autocar de un sitio a otro.
Resignado ya que nada podía hacer, pase la última noche en el Hotel y a la mañana siguiente, prepare la bolsa y baje dispuesto a no pagar ni un duro por las noches que había pasado allí. Ellos no me querían devolver el pasaporte si no pagaba la factura y yo no quería pagar si no me enseñaban las imágenes de seguridad, la discusión con el dueño del Hotel duro hora y media, hasta que saco una caña de bambú de un metro de largo por unos 15 cm de diámetro e intento agredirme con ella, para que me fuera a otro sitio, ya que le ahuyentaba la clientela. Llegados a este punto y con la ayuda de una pareja de argentinos que tenia como vecinos, acabé por el suelo peleándome con el dueño del Hotel y amenazando a la chica de recepción para que me devolvieran mi pasaporte, el cual finalmente me devolvieron. El nombre del Hotel, por si nunca pasais por allí, es Nhat Huy Hoang Hotel, aunque si no hacéis como yo y miráis primero en el internet las opiniones de la gente, estaréis más prevenidos.
Desde Hội An y con mal gusto de boca, fui hacia Nha Trang, una ciudad de playa sin más atractivo que la playa y la fiesta, lleno de turistas domingueros venidos seguramente desde Bangkok, pues tiene unas cuantas calles que nada tienen que envidiar a la famosa Kaosan Road. Como habréis adivinado por mi comentario, el lugar no me gusto en absoluto, de hecho ni tan sólo hice foto alguna.
La última parada fue Ho Chi Minh o Sài Gòn, como queráis llamarla, ya que incluso entre locales no queda muy claro cual de los topónimos les gusta más. Es la ciudad más grande de Vietnam, pero poca cosa más puedo contaros sobre ella, claro que tiene monumentos, parques y sitios de interés, pero después de lo que me paso en Hội An, ya no tenía ganas de nada, y el ambiente seguía siendo parecido, demasiado turismo de fiestas y compras compulsivas, transforma a la población de cualquier sitio del mundo, en buitres a la caza de su trozo de carne y especialmente en estos países donde el poder adquisitivo es mucho menor que el de occidente.
Las fotos